Llevan bastante tiempo trabajando en el cole, estudiando el tema, haciendo el disfraz, preparando bailes... vamos pasándoselo pipa mientras aprenden, trabajan en equipo, se esfuerzan, conocen otras culturas, disparan su creatividad, porque lo bueno de esto disfraces es que no tienen una linea fija, no van todos iguales, cada uno dentro de unas lineas hace lo que quiera con su disfraz. así además de incentivar que los niños tengan ideas propias, las lleven a cabo y las muestren con orgullo, enseñan a respetar la diversidad.
los niños a los que no les gusta disfrazarse han ayudado a sus compis y no han ido disfrazados, los que sí pero son más tímidos han confeccionado disfraces a gusto de su timidez y a los artistas del show les han dado alas para ir todo lo estrafalarios que sus cabeza pudieran imaginar.
Me ha parecido una idea fantástica y me parece que aprender debería ser así, debería ser un viaje interior lleno de opciones.
Cuando han salido a desfilar para que los padres viésemos el resultado, aquello era.... un espectáculo tan maravilloso como imperfecto, niños con sombreros enormes, otros diminutos, cascabeles, flecos, pompones, mucho colorido, caras pintadas y maestros disfrutando de su profesión. De verdad ha sido tan maravilloso lo que he visto que se me han caído una lagrimas (como siempre que veo a mis hijos en festivales, teatros, desfiles,,, )
Se me ha caído una lagrima porque he visto en las caras de los niños la ilusión, la alegría, la inocencia...
Y al girarme he visto a los padres con la misma cara, sonriendo, haciendo fotos, con orgullo con satisfacción y con mucho mucho amor 😍
Me ha venido un pensamiento a la cabeza sobre lo bonita que era la infancia, esos años que además pasan volando.
"En algo que deben coincidir todos los hombres es en el respeto a la infancia, es un valor que está por encima de cualquier otro"
Que bonita es, y aveces como se pasa por encima, como se deja a los niños en el ultimo lugar y como no se da importancia a lo realmente importante.
Como a veces los problemas del día a día, el cansancio, las largas horas de trabajo, nos hacían pasar por alto esas sonrisas de nuestros hijos haciendo pequeñas cosas, a veces tan simples como ver como un pájaro vuela por primera vez, las cosquillas en los pies al pisar la hierba, descubrir lo salada que está el agua del mar, el cuscurro de pan recién comprado, el placer de disfrazarse, o lo bonito que es dormir con papá y mamá.
Algún día eso quedará muy lejos y dejará de ser algo extraordinario para nuestros hijos y pasará a ser algo común, algo sin importancia y no volverá, sólo nos quedará la nostalgia de este tiempo y lo felices que eramos.
Porque como dice Antoine de Saint-Exupery, "todos los mayores han sido primero niños pero pocos lo recuerdan " los hijos nos dan la oportunidad de vivir otra vez esa etapa y yo pienso aprovecharlo!
Mucha gracias por leerme y espero que hoy os hayan dado un millón de besos babositos 💕
