miércoles, 22 de marzo de 2017

EL QUE SE QUEDA EN CASA

Cuando estaba embarazada de Chloe, después de leer mucho e informarnos sobre el apego en bebes y los beneficios que supone para un niño pasar los primeros años de vida con alguno de sus padres decidimos que yo dejaría de trabajar fuera de casa y me encargaría en cuerpo y alma de la pequeña!
ay madre mía no sabía hasta que punto iba a ser en cuerpo y alma
Con mi anterior hijo había trabajado y claro como es obvio llegaba cansada a casa peeeero llegaba con la mente limpia sin estrés, sin ese agobio que supone ocuparse de un bebe que te demanda las 24 horas.
Cuando llegaba a casa entonces, llegaba con las ganas a full de estar con el, las rabietas, los no me visto, no quiero comer, ahora si, ahora tengo sueño pero no quiero dormir... todo eso se lo había chupado mi madre.
¿y ahora? pues ahora vivo para ella, 24 horas, 7 días a la semana.
Y es maravilloso, de verdad, no tiene precio, no lo cambiaba por nada, veo los frutos de estar con ella. Me encanta mi nuevo trabajo, en definitiva me encanta estar con ella.
Pero es extremadamente agotador y muy poco reconocido, todo el mundo me pregunta que que hago, que como no voy a tener tiempo, que cuando volveré a trabajar...
Os voy a contar una anécdota que lo resume todo. Desde que nació Chloe nunca voy al baño sola, es así, antes lo hacía con ella en brazos y ahora con ella correteando a mi verá.
El otro día como de costumbre me acompañó hacer pis, cuando estaba al tema ella metió el dedo en un agujero del mueble del baño y se pillo, empezó a gritar como una loca, me tuve que levantar sin terminar, salir corriendo sin limpiarme y con el pantalón y las bragas por los tobillos, cogerla y calmarla.
En serio, imaginar la situación, eso es demanda y eso es lo que hace Chloe durante todo el día, demandar, llorar, enfadarse, comer, mancharse, volverse a manchar, jugar, reír... ser un bebe.
Hace poco volví a ver un documental de Jordi Evole, donde un papa que vivía en Suecia había decidido quedarse en casa y afirmaba después de la experiencia que el que se queda en casa es el que realmente está cansado. Os dejo el video para que lo podáis ver: http://www.lasexta.com/programas/salvados/mejores-momentos/david-pallares-suecia-dan-meses-baja-paternidad-distribuir-como-quieras_20160313572399f24beb28d446ffede5.html
cuenta como anécdota que cuando se cogió la baja se compro un montón de libros pensando que quedarse en casa iba a ser un remanso de paz y tranquilidad, cuenta también que a día de hoy aún no ha podido leer ninguno! 😝 seguro que os suena 

Se que el tiempo pasará, más rápido de lo que creo y ya no querrá acompañarme al baño, y querrá jugar sola, ver una película, leer un cuento... y yo probablemente volveré a trabajar y volveré a pasar la mayor parte del día con adultos. Pero mientras eso llega que nos quiten lo bailao.


martes, 7 de marzo de 2017

LA NOCHE QUE EMPECÉ A ODIAR LA CREMA DE CACAHUETE

Siempre me ha gustado la crema de cacahuete, aún que no la compraba habitualmente porque hacerlo supone no parar hasta que no se acabe el bote! Esa semana tenía antojo y compre por darme un capricho.
Por aquel entonces mu hija tenía 7 meses y hacia unas semanas que había empezado a dormir mal, poco y tarde y yo estaba saturada.
Aún no me había acostumbrado, así que cuando papa estaba de mañana yo me quedaba con ella en la cama haciendo malabares para conseguir que "cayera" y poder dormir.
Estar en la cama sin poder dormir me ponía aún más nerviosa, porque ella quería jugar y yo dormir y en la cama ella se aburría y yo me ponía nerviosa porque estar entre las sábanas me daba más sueño aún. Con el tiempo hemos aprendido que es mucho mejor venir al salón, donde ella puede jugar en la alfombra hasta que se canse y yo puedo ver alguna serie (se me acaban ya las series que ver y eso SÍ es un problema).
Pues esa noche curiosamente no recuerdo porque había discutido con mi marido, de esas discusiones que te llegan al corazón y te hacen plantearte muchas cosas y nos fuimos cada uno a una cama, sin hablarnos, sin un beso de buenas noches como siempre.
Como no podía parar de darle vueltas le envié un mensaje larguísimo que imagine que leería antes de entrar a trabajar, un texto donde me desahogaba, le decía que no podía más que las cosas no iban bien que estaba muy cansada y que si no poníamos de nuestra parte yo veía que era el fin.
Los nervios siempre me han dado hambre , y me acordé que del bote de crema de cacahuete que habíamos comprado, cogí a la niña en brazos y como pude me hice un super sándwich, pero bien cargadito, hasta arriba de crema , y volvimos a la cama.
Se me hizo pesadisimo, me pudo el ansía y no le lo pude acabar, se quedó en la mesilla dejando en la habitación olor a cacahuete.
Estaba tan cansada... tumbe a la niña en la cama, yo estaba en el suelo enfrente de ella y me gire a por un pañal.
Fue un segundo, la sentí entre mis piernas y oí el golpe de su frente contra el suelo.
La cogí del suelo y la apreté contra mi pecho mientras gritaba, ella lloraba y yo lloraba más, lloraba de forma exagerada porque en ese llanto estaba todo, el susto, la amargura, el cansancio... y en la boca aún el sabor a cacahuete.
Mi marido salió de la otra habitación asustado, había escuchado los gritos y nos vio a las dos llorando, no sabía que había pasado y yo no podía ni hablar.
Nos vestimos corriendo, y nos fuimos al hospital, en el camino la niña ya se había calmado, y estaba tan tranquila, daba palmadas y sonreía. Cuando la vio una médica con bastante poco tanto nos dijo que para que la habíamos llevado si ni siquiera tenia chichón.
Soló acerté a decir que es que mi suelo estaba muy duro, algo absurdo porque estaba claro que todos lo suelos son duros, reaccioné así como podía haber racionado con malas palabras. La gente debería tener más empatía y más si te decidas a la pediatría... 
Pasamos la noche en el hospital, y mi marido leyó el mensaje que es ese momento ya no importaba, era absurdo, ya no significaba nada, nos miramos, nos abrazamos y lloramos y eso fue suficiente para recolocarnos y darnos cuenta de lo verdaderamente importante, que nos amábamos y que amábamos a nuestra hija y que debíamos dejar de ser rivales y empezar a ser equipo.

Cuando llegamos a casa, la habitación aún olía a cacahuete, tuve que tirarlo porque no soportaba ese olor.
Desde ese día la crema de cacahuete me sabe a dolor, a llantos, a culpa, a tristeza..
Desde ese día no he vuelto a probarla.
Desde ese día no me voy a la cama enfadada y sin un beso.



viernes, 3 de marzo de 2017

BESITOS BABOSITOS: A VECES SUEÑO QUE SUEÑO

BESITOS BABOSITOS: A VECES SUEÑO QUE SUEÑO

A VECES SUEÑO QUE SUEÑO

A veces sueño que sueño, que puedo dormir y soñar, a veces sentada en el sillón miro el reloj en el móvil y ya son la cuatro de la mañana y aún sigo despierta, con la niña jugueteando a mis pies, y la miro y pienso en el año que llevamos sin dormir, pienso en todas las noches que hemos visto amanecer juntas, hasta que el sueño la ha rendido y no por mucho tiempo, también pienso en aquellos días donde creo que  esta noche sí, esta noche duerme, lo he conseguido es la una y ya esta dormida, y me acurruco con ella contenta, pero entonces la oigo, llora, se mueve, me llama...
Y otra vez son las cuatro y otra vez despiertas en el salón y otra vez ver amanecer con ella jugando a mi pies y la miro y me resigno.

Y una noche, y otra, y otra.. y ya ha pasado más de un año... y llega el día y pienso, joder, es mi culpa, algo haré mal, hoy dormirá, haré lo que sea, no la voy a dejar dormir, voy a cambiarle el baño,  voy a probar.... y otra vez llega la noche y otra vez las cuatro de la mañana...

Ya no tengo mañanas, no tengo paseos, estoy agotada y resignada y se que pasará y que algún día todas estas noches serán un recuerdo de un tiempo difícil.

Otra noche, me pongo otra nueva serie en Netflix y la vuelvo a mirar, como juega, como de vez en cuando me busca con la mirada, y la cabeza se me va a cuando empezó todo, a cuando cumplió 5 meses y dejo de dormir, que rápido ha pasado! y dejo fluir los pensamientos, y me llegan todas las conversaciones que he tenido a lo largo de este año, me vienen a la mente los: es buena, duerme bien? eso es que no la cansas, eso es  que la has acostumbrado, eso es que... 
Vuelvo a mirarla, es preciosa, ya pasará...

Otra noche, pero esta vez estoy muy cansada, y me falta paciencia y empatía, y me molesta todo, no quiero que me llame, no quiero jugar, y llora y me molesta y solo quiero que se duerma y pierdo los nervios y ella llora más y yo me siento peor, por fin se duerme, nos metemos en la cama, papa no está, se ha ido a trabajar a las cinco con cara de preocupación por dejarnos aquí y sintiéndose mal por no poder hacer más.
Te abrazo fuerte y lloro, mañana lo haré mejor, mañana te hablaré con más paciencia, igual mañana si que duermes... 

Y leo sobre el sueño, busco textos y artículos de Rosa Jove que me dejan más tranquila, que me digan que es normal y que pasará
Otra noche, me siento optimista hoy probaré otra cosa, hoy te meteré en la cama aún despierta, igual así te aburres y te duermes, me lo han recomendado...
Son las cuatro y media de la mañana papa ya esta despierto, juegas en la cama, no hay manera, te pones nerviosa, me pongo nerviosa, saltas, intentas esconderte debajo del edredón, intento tumbarte, relajarte, te acaricio, te canto, pero te enfadas, te revuelves, te tiras hacia atrás y me das un cabezazo...
sangro, joder me has roto el labio, voy a por gasas y hielo, tu lloras asustada, también te has hecho daño, nos dormimos abrazadas. Mañana lo haré mejor.

Tres horas después te despiertas con tu sonrisa, buenos días amor, voy a preparar un bibe y un café, se que luego dormirás un poco más yo ya no se si podré, me resigno...

A veces sueño cariño, sueño que soñamos juntas, sueño que esto pasa, como ha pasado tu primer año, como pasaron los cólicos, la salida de los dientes, las bronquitis... a veces sueño amor, y se que llegará y que todo esto de alguna extraña manera, nos une más, me empodera, hace que me supere cada día, cada noche y que cada mañana que despierto contigo en los brazos sienta que cada día te quiero más .